NO, GRACIAS, NO TE MOLESTES

REGALOLa cultura árabe tiene fama por su hospitalidad. Según mi experiencia, así es. Y este hecho se traslada también al mundo de los negocios. Cuando visitas una oficina o eres visitado, lo más probable es que te ofrezcan té o café. Y dice la cortesía que no puedes rechazarlo porque es ofensivo. Si bien en el Golfo están más que acostumbrados a tratar con occidentales donde un “no, gracias” significa no quiero molestarte, pues es mejor que aceptemos el ofrecimiento.

Porque, más allá de normas, costumbres y convenciones sociales, cuando te ofrecen algo de corazón, la persona que te lo está dando quiere que lo aceptes, desea agasajarte. Y más, si es una persona cercana. El “no, gracias, no quiero importunarte”, molesta y ofende. No en el orgullo, sino en el corazón.

Cada persona suele mostrar su afecto de una manera diferente o dependiendo de la ocasión, usará un medio u otro.

Hay quien compra regalos para lisonjear a una persona que quiere. Si lo ha elegido y lo ha pagado con amor y nosotros se lo despreciamos porque no queríamos que gastara dinero, le vamos a hacer daño en el corazón.

Hay quien cocina. Con amor y cariño, para otra u otras personas. Dedica horas en la cocina y pone interés en lo que está haciendo porque quiere satisfacer a alguien. Normalmente, sin ninguna intención, más que una muestra de afecto por el otro. Si se lo despreciamos, porque no queremos que se moleste, le vamos a hacer daño en el corazón.

A veces dedicamos un cumplido que más que un cumplido es un comentario sincero a otra persona. Porque ese día está guapo o guapa, porque lleva algo bonito o por un gesto, una obra suya, o por lo que sea. Si nos ruboriza y lo negamos, si decimos que esa prenda era barata o del mercadillo. O que no, que no estamos guapos o que no tiene importancia, entonces estás tomando las palabras amorosas que te dedican y pisoteándolas. Y me da igual que lo hagamos por pudor o timidez. La próxima vez, por favor, sonríe y di gracias. O solo sonríe, pero no desprecies las palabras del otro.

Mi forma favorita de demostrar afecto es escribiendo cartas, historias o cuentos dedicados a otra persona. A veces por un cumpleaños, una boda o un nacimiento. Otras veces simplemente porque me apetece. Afortunadamente nadie me ha despreciado hasta ahora este obsequio.

Pero sí otros. Cuando preparas una actividad, una tarea o un evento con cariño para personas a las que quieres, estás esperando que lo acepten y lo disfruten. Así se sentirá feliz el que ofrece. No estará satisfecho si lo desprecian para que no gastes tiempo o dinero, para que duermas más o para que no inviertas energía.

Cuando ofrecemos de corazón y sin más finalidad que homenajear a alguien, lo que nos va a hacer disfrutar es que el que recibe se deleite. No que lo desprecie.

Y no sé muy bien a qué venía esto. Pero estamos en días de regalos y de ofrendas. Y como sé que a muchas personas no les gusta el carácter consumista de estas fechas, yo hoy propongo agradecer los regalos que se hacen de corazón. Y la forma de hacerlo será disfrutando de ellos.

4 comentarios

  1. Me encanta leer tus entradas, pero esta reflexión particularmente me ha gustado muchísimo. Totalmente de acuerdo contigo, debemos siempre agradecer y no sólo por lo que materialmente recibimos, sino también por las acciones para con nosotros de las personas que nos están cerca, demostrar nuestro agradecimiento llegará al corazón de quienes dan!

    1. Gracias por tu comentario, Yanelis.
      Te deseo un feliz año y te mando un abrazo muy fuerte.
      Geles

  2. Me ha encantado esta entrada Geles. Es tan cierto lo que dices, a mi me encanta regalar por la cara de satisfacción de la persona destinataria y procuro agradecer también cualquier muestra de cariño. Es cierto que cada uno tenemos la nuestra y a veces al no ser la que necesitamos, la pasamos por alto. A partir de ahora, tendré muy en cuenta esta premisa. Coincido contigo en que escribir y recibir cartas o emails es un placer también para mí. Te mando todo mi cariño en la distancia deseándote lo mejor y sigue escribiendo estas entradas tan bonitas Geles. Un abrazo grande! Silvia

    1. Muchas gracias por tu comentario, Silvia. Y te voy a confesar una cosa, yo soy la primera que voy a aprender a agradecer, que no siempre lo hago…
      Por cierto, sabes que puedes venir aquí si te apetece buscar trabajo en Oriente Medio 😉
      Te mando un abrazo muy fuerte y te deseo un feliz año!! Estamos en contacto.
      Geles

Deja un comentario